Afortunadamente quedamos algunos testigos de los hechos y podemos relatarlos tal como fueron.Organizaciones como la Campora hubo muchas y todas se fueron. La última la Famosa Coordinadora radical. Se derrumbó mal. Cuando se termina la güita y los puestos los buscas desaparecen.
Hugo del Carril contaba que, tras el golpe de estado de 1955, le tocó ser preso político en el sur junto a Cámpora y otros ex funcionarios del régimen depuesto.
Cámpora fue obligado por Perón a renunciar, y luego sería expulsado del Partido Justicialista por “traición”.
En Rigor Cámpora fue funcionario de la Dictadura Militar en 1944.
” Se quejaba y lloriqueaba todo el día. Decía que él no había hecho nada. Que el que manejaba todo era Perón. Los compañeros de prisión lo despreciábamos…”.
Cámpora fue obligado por Perón a renunciar, y luego sería expulsado del Partido Justicialista por “traición”.
En Rigor Cámpora fue funcionario de la Dictadura Militar en 1944.
Una muestra del espíritu burlón y “cachador” de criollo a veces taimado que tenía Perón. “Sigo proscripto, pero a esta elección la gano poniendo a cualquiera. Hasta con camporita les gano…”. Fue la respuesta irónica a su proscripción.
La duración del “camporismo” en el poder fue breve, agitada y tumultuosa. Duró apenas desde el 25 de Mayo hasta el 20 de Junio de ese años ’73. En menos de un mes, Cámpora se limitó a hacer lo que le ordenaba la cúpula de Montoneros, y el país fue envuelto en el caos. Se liberaron los terroristas condenados por la Justicia , los que estaban procesados y delincuentes comunes, algunos con captura internacional como FrancoisChiappe. Se produjeron las “tomas” y “ocupaciones” de universidades, colegios secundarios, emisoras radiales, canales de TV, oficinas públicas y estaciones de ferrocarril y micros. Se quemaron los prontuarios y archivos delictivos en la sede de la Policía Federal. Se hostigaba a dirigentes gremiales como José Ignacio Rucci, titular de la CGT, acusándolos de “burócratas sindicales”. Los atentados se sucedían día tras día.
Era “la patria socialista”. Habían llegado al poder. Especulaban con la precaria salud de Perón. “Al Viejo no le queda mucho de vida. Hay que atalonarse con Cámpora, que es el Presidente”. Perón es como la estampita de Ceferino Namuncurá. “Nosotros somos la vanguardia revolucionaria, que llevará al socialismo”. Así lo decían en los documentos que hacían circular profusamente.
Pero, Perón no se conformaba con ser una estampita. Indignado, ordenó a Cámpora que viajara a Madrid, y allí lo sometió públicamente a humillantes castigos verbales delante de testigos: “¿Qué me ha hecho Cámpora? Me ha llenado el gobierno de putos y de zurdos. Esto es una vergüenza y una infamia…”.
La fecha del anunciado retorno de Perón al país, 20 de Junio, fue la elegida para eliminar físicamente al líder justicialista, en Ezeiza. Desaparecido Perón, las organizaciones guerrilleras seguirían gobernando con Cámpora.
CONTINUARÁ