Voy a delinear algunas claves para poder entender al gobierno Kristinista, que gobierna en nombre del peronismo pero no es otra cosa que una suerte de marxismo cultural que se conoce como Escuela de Frankfur que adherían a Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba en el Instituto de Investigación Social. La obra esencial de este instituto fue el ensayo: Dialéctica de la Ilustración, editada entre los años 1944 y 1947 por Adorno y Horkheimer. Para más detalles consultarme. Este desarrollo es un poco largo pero es muy necesario para entender y luego actuar con eficacia.
"Proyecto K" Sabido es que desde la muerte de “él”, Cristina se ha ido DESPERONIZADO para acercarse a toda forma de funcionario y política setentista que le pasara cerca.
Desde el mismo 27 de octubre de 2010, “el Chino” Zannini pasó a reemplazar a Néstor en el articulado general de la política del gobierno.
Pendejo de "Vanguardia Comunista" en los setenta, es decir, estaba a la izquierda de los de izquierda, “el Chino” dejó de ser un mero ladero del pingüino y el jefe real de La Cámpora para convertirse en ideólogo y ejecutor de la REBOLUCIÓN. “El Chino”, es del palo.
A mes y medio de la defunción, Cristina sacó a Nilda Garré del Ministerio de Defensa, le fabricó un ministerio de Seguridad y la sentó en el mismo. Es decir, le quitó a Aníbal Fernández (PJ Standard) el control de la policía, y se lo entregó a Nilda junto con el resto de las fuerzas de seguridad. Las “buenas”, como Gendarmería y Prefectura. Nilda, es del palo, ¿ok?
Ya sabe… Montoneros, lucha armada, jóvenes idealistas, anti FFAA, anticana y todo aquél asunto tan cristisetentista.
Con la inestimable colaboración de la inútil oposición inexistente y con el siempre bien recibido ayudín de INDRA (la empresa española que, previo millones de dólares, falsea los resultados de cada elección), las presidenciales fueron un trámite. Un picnic de primavera.
Y ahicito nomás la flamante viuda marcó otro gol de media cancha para encarar el segundo mandato, el primero de “ella”, Juan Manuelito Abal Medina jefe de gabinete. Hijo de Juan Manuel, sobrino de Fernando, medio hermano de la hija de Nilda. Caramba… es el ícono de la portación de apellido: Abalito, también es del palo.
En la conformación y posterior reacomodamiento de ese equipo propio, sin nombres sugeridos-impuestos por “él”, le dio placer al arribo de Axel Kiciloff para jugar en las ligas mayores. Economista y marxista, 100% narc & pop, Axelito, 100% del palo.
Cuando llegó la hora de ajusticiar al multimedios con la epopeya del 7 D que no fue, Cristina no pensó en un profesional de los medios, ni tan siquiera en un abogado, aunque más no fuera para echarle un vistazo al pasticcio legal de la Ley Clarín. Lisa y llanamente lo convocó a Martín Sabbatella. Y fue coherente. Si estamos inmersos en una auténtica Revolución Socialista, y si tenemos a la libertad de expresión de espaldas al paredón, qué mejor que entregarle el fusil ejecutor a un comunista genuino y con carnet. Ni Guevara lo hubiera pensado mejor. El comandante Sabbatella, aún de traje y sin uniforme, también es del palo.
En septiembre de 2012 y en Río Negro, otro cuadro icónico del setentismo escalaba un nuevo peldaño en su reinserción oficial. Aprovechando el desconocimiento de las jóvenes generaciones, de los que adquirieron prontamente el relato y la historia reescrita, y la mala memoria de los que nos vamos poniendo viejos, nada menos que Fernando Vaca Narvaja juraba como Ministro de Obras Públicas de la provincia. Y este pibe no es solamente el hermano de la exdiputada y actual embajadora en México, Patricia Vaca Narvaja, la de Montoneros, ¿se acuerda? No, no. Fernando es ni más ni menos que el Nº 2 (vivo) de Montoneros. Y este no es que sea “del palo”. A falta del Pepe Firmenich, Vaca Narvaja es directamente el mismísimo palo. Hace unos meses se habló de traerlo al Pepe. La Cámpora pensó en una “reivindicación histórica”, pero está el problemita ese del caso Rucci. Si lo traen no sea que algún juez tenga pelotas por haber participado en el asesinato y que vaya en cana. Mejor lo dejan descansando en España. Usted ya sabe.
Y en España, cubierto de inmunidad diplomática, también está el Carlo Alberto Bettini Francese, embajador argentino. Lo asqueante es que el Bettini asesinó (dos tiros por la espalda, en La Plata a mediodía, el 13 abril 1976, al Capitán de Navío (retirado) Bigliardi) y hoy está cubierto en Madrid por Felipe González
Ordenando las piezas
Acá hay que hacer una aclaración necesaria. Ninguno de todos estos pibes se ha corrido un milímetro ideológico en 35 años. La lucha es la misma, el ideal es el mismo, los enemigos son los mismos y los errores que cometen, también son los mismos.
Aclarado el asunto, al componer el rompecabezas se va obteniendo una foto bastante clara del gobierno de Cristina Kirchner:
Tiene a Montoneros a cargo de la seguridad nacional.
Tiene al comunismo formando y conduciendo La Cámpora.
Tiene al marxismo a cargo de la economía y la estrategia empresarial pública.
Tiene a Montoneros en la jefatura de Gabinete.
Tiene al marxismo, con Coscia -otro del palo- en Cultura.
Tiene al comunismo al frente del AFSCA, juez supremo de la libertad de expresión.
Tiene a Montoneros en no menos de siete pero como claves de su trabajo en España y México.
Tiene a La Cámpora en la embajada en USA.
Tiene al comunismo en el armado político (Zannini) y al ERP-Montoneros tanto en el armado ideológico como en la asesoría directa de Seguridad (Verbitsky).
Amén de todo, el armado ideológico, si picamos más arriba, le viene de consejos de los hermanos momias cubanos, susurros demócratas de EE.UU. y sugerencias británicas mientras hace el paripé de que está enojada por Malvinas. Por Dios! si hasta la embajadora en Londres ha sido sugerida por los chicos de Cameron en Buenos Aires!.
Cristina Kirchner nunca fue otra cosa que admiradora de Montoneros y la revolución socialista. No militó más que en alguna que otra marcha, no combatió, nunca arriesgó una uña por causa que no fuera hacer dinero. Es una especie de “cholula política”. Y hasta se da el gusto, ya lo hacía servilmente su marido, de rendirle pleitesía y aceptar consejos de un pseudo gurú filosófico y su mujer psicóloga residentes entre Paris y Londres. Eso si, el matrimonio Laclau viene al país solo para recibir títulos honoris causae de las universidades genuflexas que reciben estupendas ayudas del erario argentino.
La historia la puso al frente del país y con todo el poder entre sus manos, ya sin la incómoda presencia de su socio conyugal, y lo que hizo fue armar la selección del tren fantasma.
Juntó a sus ídolos, a los que tenía más o menos disponibles. Buscó historia, épica, cuadros y gente del palo.
En lugar de armar un gabinete y un equipo de gobierno eficiente arma una corporacion con el único objetivo de hacer la Patria Socialista.
Lo jodido
Ante todo, hay que decir que los jodidos somos, puntualmente, todos nosotros que tenemos miedo a llamar las cosas por su nombre son marxistas. Una cosa es que la izquierda setentista se dé el gusto de haber accedido al poder por la vía democrática, lo ejerza, cumpla su ciclo, intente su revolución cultural, fracase y se retire a cuarteles de invierno. Pero otra muy distinta es que deba afrontar problemas serios, graves, especialmente de naturaleza social con la complicidad de una nivelación política que no sabe y/o no quiere estar a la altura de las circunstancias
SON IMPREDECIBLES PORQUE NI ELLOS MISMOS SABEN QUE VAN A HACER. Y como tienen los antecedentes que todos conocemos, la situación se torna, cuanto menos, DE ALTO RIESGO.
Decía antes que cometen los mismos errores del pasado, y eso es lo que hoy los tiene paralizados, casi en una especie de acefalia. Siempre estuvieron convencidos que los más humildes, los pobres, los marginados y los trabajadores de menores recursos, iban a suscribir su revolución. Ellos ven a esos segmentos como “el campesinado” de los manifiestos.
Estuvieron convencidos en los setenta, hasta que Juán Perón les tuvo que echar no solo de la plaza sino del movimiento, simplemente por que no son peronistas.
Y lo hizo a lo Perón. Leña y leña. PERO YA HABIAN PASADO POR LA ESCUELA CUBANA Y LOS CHICOS DE IDEALISTAS PASARON A ASESINOS).
Y hasta la cabeza del propio Cámpora rodó, con todo lo presidente que era.
Pero las masas no acudieron a ellos. Las masas no eran revolucionarias. Era, simplemente, gente que quería vivir como la gente.
Estaban convencidos hace un año, cuando la elección que ganaron caminando les hizo creer que el pueblo finalmente había entendido la importancia de la revolución, y que la suscribía.
No se dieron cuenta que no era por amor, sino por guita, por plata.
A ver si nos entendemos. Cuando ellos hacen la película de “él”, verdaderamente creen que la gente hará horas de fila para verla.
Y cuando la gente no aparece, cuando hay que comprar las entradas para regalarlas, se desencantan, se enojan, le toman bronca a la gente.
Cuando ningunearon el 13S argumentando que era “gente bien vestida”, estaban convencidos de lo que decían.
Y entonces les vino el paro general y no entendieron que las masas lo acataran o adhirieran.
Después les cayó el irrepetible 8N, -y hubo seis millones que salieron a protestar en las calles del país- y se miraron sorprendidos, reaccionaron como chicos, con burla de segundo año comercial, liceo de señoritas. Y se agarraron una bronca enorme otra vez con… la gente.
Y ahora, cuando ven salir a los más pobres a saquear los supermercados se preguntan: "¿cómo nos hacen esto a nosotros? justamente a nosotros que fuimos los únicos que hicimos algo por ellos".
Y están en no contestar. Silencio de radio. Sin respuesta política a causa de la cerrazón ideológica que los come vivos.
Corolario
Hoy gobiernan los Montoneros. Esto es taxativo. Fueron llegando de a poco desde el PJ, desde el Frepaso y se empezaron a instalar con Kirchner y se terminaron de conformar con la viuda de Kirchner
Su gobierno es muy bueno para implementar preceptos ideológicos, adoctrinamiento juvenil, penetración cultural, señalamiento de enemigos, control y recorte de la libertad de expresión y de otras libertades, ataque a “las corpos” e imposición de un relato. O sea, todo el trabajo sucio que requiere imponer una revolución… ¿limpia?
Casi todas esas cosas le salen bastante bien. ¿Pero sabe qué? Su gobierno es muy malo para gobernar un país.
Implementa políticas absurdas, reacciona tarde y mal, se va de boca siempre, no sabe desprenderse de los contrapesos, se pelea con todo el mundo para adentro. Y para afuera, sanciona leyes con nombre y apellido, se ve obligado a mentir para justificar fracasos estrepitosos en casi todas las áreas.
¿Será que saben mandar pero no gobernar?
¿Será que su ideología más tarde o más temprano terminan siendo incompatible con la democracia y la república?
¿Será que no pueden entender que la gente quiere, apenas, un gobierno eficiente y no una epopeya revolucionaria, gloriosa y definitiva?
Al argentino no le gusta que lo mandoneen que le digan que es lo que tienen que hacer y menos para sustentar una ideología socialista.
Están en otro palo, porque son de otro palo. Eran llamados subversivos porque siempre quisieron subvertir, cambiar todo, modificar a su antojo el orden establecido. Con una soberbia obscena, casi como la magnificencia, de “él”, PARA ROBAR.
Eso puede ser interesante cuando se vive bajo un régimen dictatorial. Aspirar a subvertir un sistema tirano es una forma de empezar a ganarle. Pero cuando se vive bajo reglas de convivencia que la ciudadanía decidió y respeta -una democracia republicana- lo que se termina subvirtiendo es, precisamente, esa democracia y esa república. Y entonces no se hace la revolución para la gente. Se la hace contra la gente.
No se dan cuenta que llegaron tarde. Cuando ellos pudieron reinsertarse y organizarse, los argentinos seguíamos siendo giles, pero ya estábamos demasiado democráticos. Y además alos argentinos y peronistas no nos gusta que nos digan que tenemos que hacer.