La clase política mentirosa es hoy más poderosa que la justicia social; y por ser mentirosa destruye la sociedad y la justicia social. Estamos ante la distorsión, la confusión y la negación del estado o res pública;
es decir la corrupción, pérdida y dilapidación de dos nociones que el General Perón deriva de Cicerón:
Est igitur res publica res populi; populus autem non omnis coetus quoquo modo congregatus, sed coetus multitudinis juris consensus et communione utilitatis sociatus.
Es pues la cosa pública cosa del pueblo; empero pueblo no es toda reunión de hombres, congregada de cualquier modo, sino una reunión asociada por consentimiento de derecho y por participación de utilidad.
Las nociones aludidas son: consensus juris y communione utilitatis, consentimiento de derecho y participación de utilidad. La mentira política niega de todo esto, por lo tanto implica: apartar, sustituir todas las herramientas políticas lícitas y eficaces. El despotismo parlamentario es el régimen que distorciona esta situación compleja, porque se esgrime la ley contra el consentimiento de derecho y la participación de los bienes comunes. y es aquí donde se nota la desaparición del movimiento peronista,que no esta erguido levantado las herramientas contra la corrupción. Esta desarticulado, buscando un norte, tentado por el trotzkismo, tentado por el marxismo y por los socialistas. El hombre peronista fiel de corazón, espera.
Movimiento, Partido Justicialista, magistraturas en el Estado y fuera de él, todo afectado por la mentira política, que, que produce descreimiento y confución en los poderes constitutivos de la función pública y por ende en la sociedad. Más aun, anula la división de poderes y genera lo que denomino despotismo parlamentario. Esto nos lleva a la la destrucción con guerra o sin guerra.
La mentira política en la Argentina consiste en sustituir la política por los políticos. Es Lenin quien subraya la corrupción capitalista social-demócrata a fines del siglo XIX y la enarbola como bandera de la revolución total, hoy más que vigente en nuestra realidad. Aunque haya algunos tontos que digan: caído el muro de Berlín, la revolución mundial leninista ya no opera. Tomo de Lenin esta distinción: políticos- política.
Si estudiamos el pensamiento de Perón constamos que, muy frecuentemente, el General rescata este concepto y esta distinción. De allí el odio que le tienen los políticos -los que pertencen a la clase política sustentada en la mentira- a este hombre que definió el caracter constructivo de la verdadera política.
Repasando los textos de Perón veremos como la relación políticos-política era algo vivo en él y una de las causas del odio que todavía subsiste contra Perón, porque de un solo golpe abatió el régimen de la mentira. ¿Qué odio ancestral ni en la tumba lo dejaron traquilo!
Entonces, es Lenin quien invoca esta confusión (políticos-políticos) para hacer la revolución total que restablezca la cosa pública, con contenido marxista por supuesto.
Compañeros en el presente argentino estamos obligados a distinguir.
Continuará