Compañera Evita: desde esta humilde blog, te recordamos y te extrañamos.
También es necesario decir que con la doctrina en la mano reivindicamos la fidelidad que siempre demostraste a la causa peronista y al Gral. Perón.
Como Soldados de Perón tratamos de esclarecer a los compañeros que tal vez confundidos le hacen el caldo gordo a quienes siempre y en todas las épocas se sirvieron del movimiento peronista.
UNA SOLA CLASE
Es
necesario que los hombres y mujeres del pueblo sean siempre sectarios y
fanáticos y no se entreguen jamás a la oligarquía. No puede haber, como dice la
doctrina de Perón, más que una sola clase: los que trabajan. Es necesario que
los pueblos impongan en el mundo entero esta verdad peronista. Los dirigentes
sindicales y las mujeres que son pueblo puro no pueden, no deben entregarse
jamás a la oligarquía. Yo no hago cuestión de clases. Yo no auspicio la lucha
de clases, pero el dilema nuestro es muy claro: la oligarquía que nos explotó
miles de años en el mundo tratará siempre de vencemos. Con ellos no nos
entenderemos nunca, porque lo único que ellos quieren es lo único que nosotros
no podremos darle jamás: nuestra libertad. Para que no haya luchas de clases,
yo no creo, como los comunistas, que sea necesario matar a todos los oligarcas
del mundo. No, porque sería cosa de no acabar jamás, ya que una vez
desaparecidos los de ahora tendríamos que empezar con nuestros hombres
convertidos en oligarcas, en virtud de la ambición, de los honores, del dinero
o del poder. El camino es convertir a todos los oligarcas del mundo: hacerlos
pueblo, de nuestra clase y de nuestra raza. ¿Cómo? Haciéndolos trabajar para
que integren la única clase que reconoce Perón: la de los hombres que trabajan.
El trabajo es la gran tarea de los hombres, pero es la gran virtud. Cuando
todos sean trabajadores, cuando todos vivan del propio trabajo y no del trabajo
ajeno, seremos todos más buenos, más hermanos, y la oligarquía será un recuerdo
amargo y doloroso para la humanidad. Pero, mientras tanto, lo fundamental es
que los hombres del pueblo, los de la clase que trabaja, no se entreguen a la
raza oligarca de los explotadores. Todo explotador es enemigo del pueblo. ¡La justicia
exige que sea derrotado!
EVA PERÓN