miércoles, 21 de enero de 2015
Se pudrio todo
Es imposible no hacer una referencia a los acontecimientos que hoy estamos viviendo en la República. Nefastos acontecimientos, como lo es la muerte de un ciudadano, y más potenciado porque se trata de un fiscal de estado que estaba a punto de demostrar complicidad de elementos afines al gobierno y hasta la participación activa de la misma presidenta y de su canciller.
No sabemos fehacientemente qué pasó, y talvez nunca lo sepamos, pero de cualquier manera este asesinato o suicidio tiene malas consecuencias para la república y su gobierno. Va en contra del régimen K. Y en contra del pueblo, espectador pasivo de estas luchas por el poder.
Una larga lista de fallecidos y desaparecidos corona el largo camino de la república. No nos olvidemos de Carlitos Menem y la eliminación de todos los testigos de la causa. O del “Lauchón” Viale . Y si nos remontamos más lejos, se acuerdan de Diego Ibañez, dirigente petrolero, mataron al hijo porque había que “ablandar” al sindicalista peronista. No me olvido de nadie pero estos son ejemplos, como para refrescar la memoria.
Desde hace varios años, tres o cuatro, vengo advirtiendo sobre los peligros de esta política de enfrentamientos que lleva a cabo el Cristinismo K.: el marxismo-leninismo actualizado a la Escuela de Frankfurt que aplicado en nuestra sociedad tiene como consecuencia dividir a nuestra sociedad para enfrentarla y sustituir esta sociedad occidental, cristiana y humanista tal como la conocemos, respetuosa de nuestros antepasados de nuestras tradiciones románicas. Somos occidentales porque la cultura proviene de la antigua Grecia, de la antigua Roma, luego la herencia Española que nos legó el idioma y una religión que termina dando una identidad.
En fin los operadores internacionales vienen trabajando en nuestro suelo desde la caída del peronismo en 1955, por eso esto no es novedad para los compañeros que piensan como peronista los que tienen cultura política.
El General a todas estas operaciones las englobó y la llamó sinarquía. La sinarquía no es un mero pacto, o no se edifica por pactos de poderes concretos, aunque los pactos cuenten como metodología bélico-política. La sinarquía es una mutación, una transformación, una modulación que va progresando en la esfera destructiva-constructiva (dialéctica) hacia la imposición de un poder mundial, como si éste fuera una sustancia que trasciende los procesos y componentes químicos.
Desde el mismo momento que el gobierno K decide alienarse geopolíticamente con China, Rusia, Irán, etc. Sabe que no es gratis que las consecuencias es la tragedia de la guerra pero piensa infantilmente que ocupará un rol importante en la construcción de esta nueva geopolítica. Por ello Perón nos enseñó que la revolución se hace con el tiempo y no la guerra.
El viaje de Putin precisamente vino a certificar personalmente el alineamiento, y no es casual la inmediata venida de Aleksandr Guélievich Duguin (es un analista geopolítico, filósofo político e historiador de las religiones principal ideólogo en la actualidad del neo-eurasianismo, con una cierta influencia sobre la opinión pública en Rusia. Wikipedia) nacido en Rusia en 1962 y conocido mundialmente como autor de la "Cuarta Teoría Política" y como “presunto numen intelectual del gobierno ruso”, sorprendió con algunas definiciones como "Argentina está llamada a ser el polo cultural de la civilización sudamericana". El filósofo advirtió: "Veo en Buenos Aires elementos de una Europa tradicional que no encuentro en España, en Italia o en otros países europeos". Este es el dulce; les aclaro que la reunión se realizó en el local de la CGT Azopardo. Y no es historia antigua, la conferencia la condujo el compañero Julio Piumato (Secretario de Derechos Humanos de la CGT y Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación Wikipedia), el día 14 de septiembre de 2014. Hay que estudiar un poquito el hecho.
Ahora bien cambiar de bando alegremente como nos condujo la presidenta implica la guerra con los tradicionales sinarcas occidentales: el Club Bilderberg. Última reunión 2014 (28 de mayo al 1 de junio) Hotel Marriot en Copenhague, Dinamarca
Entre los participantes se cuentan los máximos dirigentes de instituciones como el FMI y el Banco Mundial, la Reserva Federal y el Banco Central europeo, la CIA y el FBI; primeros ministros europeos y líderes de la oposición; y presidentes de las cien mayores empresas mundiales, como Coca Cola, British Petroleum, JP Morgan, American Express y Microsoft.
Entre los banqueros se destacan David Wright, vicepresidente de Barclays; J. Michael Evans, vicepresidente de Goldman Sachs; Douglas J. Flint, presidente de Grupo de HSBC; Peter D. Sutherland, presidente de Goldman Sachs International; Edmund Clark, presidente y director ejecutivo de TD Bank Group, de Canadá. El establishment banquero suizo, que supervisa miles de millones de dólares en “cuentas bancarias cifradas”, está representado por el doctor Thomas Jakob Ulrich Jordan, presidente del Consejo de Administración de Schweizerische Nationalbank (Banco Nacional Suizo).
La droga, “un negocio en manos de los más poderosos y que mueve, según la ONU, setecientos mil millones de dólares anuales. Para recaudarlos, procesarlos, moverlos y lavarlos hace falta que instituciones, bancos, servicios secretos y gobiernos presten su ayuda. Esa no es una cantidad que un sucio talibán o un señor de la droga colombiano puedan gestionar por sí solos”.
Según la periodista española Pilar Urbano (Pilar Urbano Casaña es una periodista y escritora española. Wikipedia), “para saber qué está ocurriendo con China o qué está pasando con la economía tienes que conocer lo que se ha dicho en sus reuniones”.
Estas conclusiones se hacen difíciles de entender para el ciudadano común, según Daniel Estulin (Daniel Estulin es escritor, investigador y orador ruso. Hijo de padre científico y madre pianista, trabajó como agente de contraespionaje del Servicio Federal de Seguridad, la agencia de inteligencia rusa. Habla ruso, inglés y español. Wikipedia)
El abuelo de Estulin fue miembro del KGB y gracias a esa tradición familiar, que dice le ha proporcionado fuentes “en los servicios secretos más importantes del mundo” porque “durante los últimos 50 años nos han dicho que la verdad está en el Washington Post y en El País y que lo que no aparece en los medios de comunicación de masas no son más que conspiraciones”. Sin embargo, la realidad estriba en todo lo contrario, lo que no aparece en los medios es lo verdadero.
El objetivo final de estos grupos, según Estulin, “es crear una empresa mundial cuyo poder esté por encima de los diferentes gobiernos del mundo”. Y para ese propósito hay dos cosas que les estorban. La primera, el Estado-nación: “Con las instituciones internacionales como la UE y con los tratados de libre comercio, están eliminando todo poder nacional, con lo que evitan intermediarios”. La segunda, la clase media: “Para que Rockefeller pueda tener su energía la clase media tiene que desaparecer”.
Esto es una insignificante síntesis de algunos poderes que dirimen esta guerra que se ha desatado en el teatro de operaciones de la República Argentina. Los datos que doy están en inertent, no es ninguna novedad para algún estudioso del tema.
Desde hace por lo menos dos años vengo sosteniendo que la política de enfrentamiento del gobierno con diversos factores de poder que luchan por apoderarse de la Argentina en particular y de américa en general. El cambio de una geopolítica implica un enfrentamiento bélico cuyo teatro de operaciones es nuestra República, no de las características tradicionales sino de la sordidez de las superestructuras que manipulan medios de información, el copamiento de las instituciones de todo tipo ya sea oficial o privada.
Lo que está pasando en Ucrania vale como para estudiar un paralelo con Euro-Asia.
Como peronista advirtiendo una vez más que el final de un camino que comenzó en 1955, y cuya la culminación sería la extinción definitiva de la soberanía nacional y modernización de la sociedad hispano-criolla. Parece mucho pero hay que estudiar la historia política argentina y su geopolítica de los últimos 60 años. Sólo así podremos darle explicación a los acontecimientos que nos tiene muy preocupados.
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