Cuando no ha transcurrido un mes del cambio de gobierno y visto los acontecimientos acaecidos podemos decir que por fin el forúnculo explotó y como no podría ser de otra manera sale el pus por todos lados.
Esta es la manera más gráfica que se me ocurre para explicar la realidad argentina, en el hoy concreto, y hay que seguir apretando para que de una vez por todas limpiemos el cuerpo enfermo de la Nación, se deber ir hasta el hueso si es necesario, como en toda pudrición se debe limpiar todo para que no haya rebrote, en estas operaciones no se debe negociar con nadie no hay nada que negocia, única manera deliberarnos del mal endémico que tiene la república.
No es tarea simple es sumamente compleja y requiere la colaboración de todos salvo, que seamos cómplices de la corrupción generalizada que vamos descubriendo diariamente. Debemos elegir entre seguir con la corrupción narco-leninista-hirnerista o caminar hacia una nueva sociedad que vuelva esperanzada a una “Nueva y Gloriosa Nación”. No podemos mirar para otro lado y ser parte de la sputza mal oliente.
El nuevo panorama, resultado de las acciones tendientes a confrontar con los bolsones de corrupción tanto en el orden privado como en el de la administración pública ha tenido diferentes matices, es como si el “olor fétido” saliera por todos lados. De una mirada global vemos el accionar de los sindicatos que responden a la “militancia Kirchnerista” quieren ponerse al frente de los trabajadores estatales nombrados a último momento para preservar la continuidad de la militancia “ñoqui”. Muchachos de los distintos gremios los ilustro sobre lo que nos dijo el General respecto al trabajo:
“Nosotros
consideramos trabajador a todo hombre que desarrolla una labor socialmente
útil.”
“De
ahí que sea tan trabajador el obrero que abre cimientos de un edificio, como el
que hace los planos, el que cura al enfermo, como el que descubre el remedio
salvador. No importa en que trabaje el hombre; lo que interesa es que su
actividad beneficie a la comunidad. Solo entonces merece el honroso título de
trabajador”.
J.
D. Perón: Filosofía Peronista
Ya quedaron al descubierto quienes están detrás de los negociados laborales. Los gremialistas ricos en dólares, nunca explicaron de donde sacaron los dineros que poseen, las obras sociales con déficit y sus afiliados sin las coberturas necesarias (IOMA, PAMI, etc.).
Con que argumento las organizaciones obreras de la administración pública salen a defender a los ñoquis, que yo sepa estos no son trabajadores, en el sentido de Perón, claro está.
Un ejemplo concreto es el de las cooperativas de trabajo. Si en realidad los gremios fueran transparentes su participación debería ser desde el comienzo de estas relaciones laborales (cooperativas) y no después cuando la crisis está en la calle. Salvo que lo que se quiera crear sea precisamente el caos, antesala de la anarquía, paso necesario al estado marxista en cualquiera de sus variantes.
En el caso concreto de las cooperativas de trabajo se deben constituir de una sola manera con Personería Jurídica como corresponde con sus estatutos y sus representantes bien constituidos.
Es aquí donde los esclarecidos representantes de los trabajadores deben aparecer como guía de los cooperativistas para tender a una Comunidad Organizada, cosa que no tienen muy en claro. Por otro lado debemos ser conscientes que el Estado no puede tratar con agrupamientos de personas sin figura legal concreta. Sería un acto ilegal desde todo punto de vista, y esto es lo que está pasando no se puede reconocer cooperativas que no existen (en términos legales) y allí es donde se crea la figura del “puntero” que es el que hace el “negocio” y estos agitan el descontento contra las autoridades del Estado (municipal, provincial o nacional) y es el comienzo del caos. Si la cooperativa fuera legalmente constituida los contratos se abonarían en tiempo y forma, si así no lo hicieran se entraría en el campo de la judicial. Y lo trabajadores tendrían a quien reclamar: a los “patrones” (conducción de la cooperativa) en el buen sentido del término o a quienes no hubieran cumplido con los acuerdos contractuales.
Respecto de la justicia está todo dicho: con la fuga de los condenados, asesinos de los operadores de la efedrina. Deja al descubierto rad de complicidades: de las fuerzas de seguridad, de sectores de la sociedad (como el pizzero) de la política como “el Anibal Fernandez” y de la justicia que brinda cobertura judicial, como por ejemplo: María del Carmen Falbo procuradora fiscal de la provincia de Buenos Aires que reúne a jueces militantes de “Justicia Legitima” y defensores del programa ultra K “6. 7, 8”. ¿Cuál justicia estamos hablando? Si en verdad estos individuos actuaran en función de una sociedad más justa, la corrupción no estría tan encriptada en todo lo que tiene que ver con la justicia, llámese Policía Bonaerense, Servicio Penitenciario, etc.
Estos son los defensores de la justicia. Que nos queda para la Justicia Social de Perón. De la maraña de confusiones se realiza el lucro, el lucro de los poderosos y el daño para los desprotegidos, esto no es justicia social, es todo lo contrario, la misma fórmula que aplica el capitalismo liberal es la misma que emplea el narco-leninismo-kirchnerista.
Para los peronistas son parte de la misma pirámide capitalista, llámese capitalismo liberal o capitalismo de estado, en la punta de la pirámide se dan un abrazo con el signo peso ($) para la dominación mundial.
No existe la justicia de Perón, la Justicia Social es el amplio despliegue de fundamentos que resumen todas las calidades de justicia. Engloba la justicia distributiva, la justicia conmutativa, la justicia legal, para la primera es la que el estado se obliga al bien común. La conmutativa es la que nos compromete con nuestro compañero, con nuestro similar, y la legal es la que tiene que ver con el estado que impone a los ciudadanos la sanción de leyes justas.
“Cuando decimos Justicia Social incorporamos a la justicia distributiva-que corresponde al orden justo del estado-un elemento humanístico que es lo que yo quiero para mis obrero: que entiendan que son hombres dignos y que su trabajo vale”
J. D.Perón
Si la justicia social es defender a los ñoquis, cambiar las leyes para defender a los corruptos para desproteger a los que saben promoviendo el desplazamiento de esto para darles lugar a los “militantes”, entonces estamos en el horno.
Afortunadamente tal como vengo observando el peronismo ya es cultura popular esta asimilado por el pueblo, a su manera y para destruirlo, primero hay coparlo desde adentro con apoyatura de los traidores de siempre, de los buscas arribistas y de los ignorantes que se creen que portando la camiseta de Perón ya son peronistas y son simples instrumentos para la destrucción del peronismo. Mediante la fórmula “Políticos-política". Pero el General Perón distingue claramente la diferencia “política – políticos” y denuncia a la clase de los políticos que, sustentada en la mentira, destruye la política como arte para construir la concordia social y el bien común. Y es Lenin quien invoca esta confusión “política – políticos” para hacer la revolución total que instaure una nueva forma de detentar la cosa pública, con contenido marxista.”
Partiendo de estas premisas podemos decir que el pueblo creó sus propios anticuerpos y elimino con el voto a toda esta mentira que nos quiso imponer el narco-leninismo de Kirchner. Es decir apretó el forúnculo y dejo a las nuevas autoridades que raspen hasta el hueso, cosa que nosotros debemos apoyar y ayudar desde donde nos toque trabajar.
Pero lo más importante es ver que vamos hacer los peronistas que estamos en esta lucha desde hace mucho tiempo, no nos podemos quedar solamente en la teoría debemos dar respuestas lo más pronto posible que los compañeros esperan, cansados ya de esperar de manera que se impone entrar a marcar lineamientos para la reorganización del Justicialismo.
