lunes, 16 de febrero de 2015

SEGUIMOS CON EL PESCADO PODRIDO

No solamente cargamos con una muerte: la de un fiscal de la Nación, uno más de cientos sin esclarecer, (Solamente Menem se cargó 28 al final de la nota está el listado completo. Esta muerte tiene más trascendencia porque destapa un sub mundo en el cual se mueven quienes quieren seguir ostentando poder, cuidar sus negocios todos muy turbios y colocar a la República en el bloque oriental liderado por Rusia y China.
Pero esta vez se les fue la mano. Con esta muerte se ofendió al pueblo, y hoy no interesa nadie la manera aconteció el suceso, lo cierto es que esta muerte fue el disparador que necesitaba este pueblo para decir basta.
Ya se bancaron demasiadas cosas, como el “afano” irresponsable.
Como la mentira política. Invocando el peronismo se intenta instaurar un régimen marxista leninista montado e instrumentado desde las sombras del poder por personajes como Carlos Alberto Zanini, líder de estas operaciones.
Las mafias económicas y de las drogas como en Santa Fe o del cono urbano de la Provincia de Buenos Aires por ejemplo. Por conservar el poder se negocia hasta con el Diablo.
Todas esta operaciones se realizan desde el peronismo (que es el único que realmente tiene poder en la argentina) se intenta trasvasar un sentimiento occidental y cristiano a un socialismo ateo de origen marxista viejo sueño de los gorilas de izquierda, todos encolumnados tras el bloque oriental pro Ruso y chino.

lunes, 2 de febrero de 2015

El fundamentalismo K


Siempre digo a los compañeros que no busquen en este blog la bajada de línea, busquen esclarecimiento en la maraña de mentiras que se inventan dede el marxismo-leninismo K. Lo mismo pasó en otros tiempos con el Menemismo, que sin tener en cuenta la doctrina de Perón marchamos alegremente al abismo.  
El fundamentalismo K en la prensa
En estas palabras está muy bien sintetizada la propuesta mayor del kirchnerismo con respecto a la prensa: la mejor forma de tapar la corrupción del Estado es acusar de corrupción a los que la denuncian. 
En vez de reprimir la voz de la prensa hay que hundirla en el fango, así estaremos en el mismo barro. "Todos manoseados". 
El primer paso, entonces, es considerar al periodismo mucho más poderoso de lo que realmente es, de modo que uno -aunque ejerza el superior poder de la Nación- aparezca como una víctima indefensa ante esos demonios ocultos bajo las plumas de canallas que ponen su falso prestigio al servicio de intentos destituyentes hacia los elegidos por la voluntad popular.
El segundo paso consiste en dar vuelta la taba y transformar al Estado en un actor periodístico que denuncia al resto de los periodistas por corruptos y golpistas. 
Finalmente, para que todo cierre, hay que leer lo que dice otro periodista al servicio de la patria oficialista, el columnista de Tiempo Argentino Demetrio Iramain: “Las mentiras de los medios concentrados y su todavía potente capacidad de penetrar y crear sentido, dan cuenta de ese desafío aún pendiente. ¿Quien impondrá finalmente su razón. Clarín o la verdad histórica?” 
Vale decir, el último paso para llegar al objetivo final de que el periodismo desaparezca, es el de equiparar al gobierno con la verdad histórica y al periodismo con la mentira absoluta. No se trata de un enfrentamiento entre opiniones distintas o ni siquiera entre verdades parciales, sino entre la mentira y la verdad totales.

La Presidenta se lo dijo a Putin con todas las letras cuando expresó su ambición de máxima: "llegar a un mundo sin intermediarios", que en su particular léxico es un mundo sin periodistas, donde el gobierno le pueda explicar al pueblo directamente la verdad y el pueblo aceptar esa única voz.

Como dijimos al principio, una propuesta mucho más ambiciosa que la meramente represiva de Putin o de las dictaduras convencionales. El gobierno no quiere prohibir al periodismo sino ser él el único periodista y deslegitimar al resto con la difamación constante.

El fundamentalismo no es una doctrina en sí, sino una actitud y una forma de vivir la doctrina. La actitud fundamentalista surge cuando la verdad de su iglesia o de su grupo es entendida como la única legítima con exclusión de todas las demás, consideradas erróneas y por eso sin derecho a existir. Quien imagina que su punto de vista es el único válido está condenado a ser intolerante. Esta actitud cerrada conduce al desprecio, a la discriminación y a la violencia religiosa o política.