viernes, 6 de noviembre de 2015
EL PUEBLO ES PERONISTA
Pasadas las elecciones del día domingo 25 de octubre 2015 se pueden sacar muchas conclusiones. La mayoría de estas ya fueron propuestas y analizadas por periodistas muy experimentados.
Al parecer, después de tanto análisis, habría poco para agregar.
Sin embargo como estos periodistas que en su gran mayoría, no-peronistas y algunos de ellos objetivamente anti–Perón, pierden la perspectiva de este punto de vista y,por lo tanto, informan mucho pero parcializando los análisis y sus conclusiones.
Veamos, ¿cómo se entiende que el “pejotismo” haya perdido en la ciudad de Berisso, cuna del peronismo?, El pueblo salió desde Berisso a defender la obra político-social y el legado de Perón desde el primer momento, el 17 de octubre de 1945 con Cipriano Reyes a la cabeza, dirigente del Sindicato de la Carne y de Partido Laborista. El pueblo asumía el protagonismo aunque los dirigentes no sabían o no entendía que se estaban transformando en peronistas.
En primer lugar, y viéndolo desde el peronismo de Perón, se puede decir que la ciudad de Berisso mantiene intacto su peronismo y lo demuestra con el voto negativo al kristinismo kirchnerista, saben de que éstos no son peronistas, son la avanzada de un modelo que muchas veces denuncié: son marxistas-leninistas vestidos con la camiseta de Perón, esperando dar el salto que termine con cualquier vestigio peronista. Es la continuidad del militarismo apátrida que sacó a Perón del gobierno por la fuerza en 1955. Esta vez el objetivo es matar definitivamente la mística peronista del pueblo que afortunadamente perdura en el subconsciente del pueblo; para lograr ese objetivo se infiltran en el Movimiento Peronista y actúan como si fueran peronistas hasta que toman el poder para imponer su proyecto Puede ser que muchos ignoren cómo es y a donde conduce ese proyecto, pero si intuyen la conducción sinárquica, como lo enseñó Perón.
El pueblo de Berisso -y lo pongo como ejemplo, sin desmerecer a los compañeros peronistas que le dieron la espalda al régimen marxista-leninista a lo largo y a lo ancho del país y que le dijo ¡no!, tal vez sin intelectualizarlo mucho- se negó a avalar el narco-leninismo de Cristina, el maoísmo de Carlos Zannini, a las mentiras del “doble agente” Vervinsky y de los “intelectuales” trasnochados y frustrados (aunque bien pagos) de Carta Abierta o de los jueces falsamente garantistas como Raúl E. Zafaroni que trabajó para la dictadura militar, etc. etc.
Le dijo ¡no! los lavadores de dinero como como Lázaro Báez o Cristóbal López.
El pueblo no es cómplice de la corrupción, como es lógico tarda en darse cuenta, pero cuando luego comprende no perdona.
Lo mismo para los buscas y arribistas (Scioli en el más alto grado) que lamentablemente están siempre al acecho.
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