Cuadro de Situación diciembre de 2015
Redacto estas reflexiones en un día, al mismo tiempo enigmático y
significativo de la vida política de nuestra amada Patria: el día en que un ciclo político se cerró definitivamente, y otro se
abre, colmado de expectativas y de acechanzas.
Es el momento de intentar una reflexión política serena, paso previo para
la indispensable toma de decisiones que deberemos afrontar quienes sostuvimos,
sostenemos y sostendremos, hasta nuestro último aliento, los principios doctrinarios
y la irrenunciables banderas que nos legara nuestro único Conductor, el General
Juan D. Perón.
I. Las
elecciones del 22 de noviembre:
La elección nacional del 22 de noviembre de 2015 deja mucha “tela para
cortar”. En primer lugar es necesario diferenciar, con claridad y certeza,
entre “Frente para la Victoria” (FPV), “pejotismo” y Peronismo; pues una
importante parte del pueblo no tiene muy claras esas diferencias. Aplicamos
aquí el magisterio político de Perón que nos enseña a distinguir los elementos
diversos dentro de la realidad política.
a) El Frente para la
Victoria:
No es de extrañar que quienes perdieron la elección presidencial, la
conducción y los candidatos del FPV, quieran seguir potenciando estas
confusiones para erigirse como conductores de la oposición. Lo hicieron hasta
el último minuto de su tiempo político, de la misma manera que gobernaron:
pensando y gobernando desde una concepción marxista-stalinista, que instauró el
sometimiento, el miedo y la mentira como herramientas de poder. Si el
kirchnerismo-cristinismo stalinista quiere ser opositor que lo sea, pero que
antes conforme su propio partido sin mimetizarse con las banderas, los rostros
y las luchas históricas del Movimiento Peronista.
En esta última etapa de gobierno se ninguneó al pueblo, se le mintió
continuamente desde las altas estructuras del poder, se gobernó con la mentira
política como fundamento del poder. Se fomentó el clientelismo y, por ende, la
pobreza; se llenaron las estructuras de gobierno con “ñoquis militantes”; y se
le dio vía libre a los señores de la droga, a los mafiosos del juego, a los
empresarios corruptos que dilapidaron el dinero del pueblo, a la justicia
ideologizada, etcétera. Mucha más cosas podría puntualizar que señalan,
inequívocamente, la decadencia argentina.
Estas cosas se deben aclarar muy bien porque, desde la confusión
intencional, se quiere administrar el caos, paso previo a la anarquía, eslabón
de una cadena de transmisión que nos lleve a la patria narco-leninista. Es Lenin
quien enarbola la realidad de la corrupción capitalista social-demócrata de
fines del siglo XIX y la enarbola como bandera de la revolución total. Pero el
General Perón distingue claramente la diferencia “política – políticos”
y denuncia a la clase de los políticos que, sustentada en la mentira,
destruye la política como arte para construir la concordia social y el
bien común. Y es Lenin quien invoca esta confusión “política – políticos”
para hacer la revolución total que instaure una nueva forma de detentar la cosa
pública, con contenido marxista.
Desde esta perspectiva de análisis es muy sencillo comprender las tensiones
generadas por el cristinismo stalinista durante la transmisión presidencial: el poder nunca se entrega; mucho menos los
símbolos que lo configuran; y por ello constituyeron una conducción
totalitaria, despótica y anarquizante.
b) El “pejotismo”:
El “pejotismo” se constituyó a partir de componendas de dirigentes, que
vaciaron al Partido Justicialista de Doctrina; y no titubearon de pactar con
quienes les ofrecieron parcelas o migajas de poder o de negocios. Una vez más
traicionaron a Perón, entregaron las banderas peronistas para que éstas fueran
bastardeadas y pisoteadas por la “runfla” de marxistas-leninistas, al tiempo
que vaciaron al Movimiento Nacional de doctrina y de mística. No tengo dudas
que se jugaron con el cristinismo stalinista, y por ello deben desaparecer de
todos los estamentos del Movimiento Peronista. La consecuencia está a la vista:
el pueblo les dio la espalda, porque el pueblo es, a su manera, peronista;
tiene el pensamiento y el sentimiento peronista arraigado en el subconsciente y
por ello intuye los momentos históricos en que debe ser protagonista de las
decisiones políticas.
Los que hoy se arrogan ser dirigentes sólo son “buscas” que nada tienen de
peronistas. ¡Cómo van a explicar sus acciones políticas si están fundamentadas
en la especulación y el enriquecimiento!. Todo lo hacen entre “gallos y
medianoche”, todo a espalda del pueblo y por allí aparecen y “se filtran” los
lavadores de dinero, los narcos, los empresarios corruptos que se sirven de los
funcionarios también corruptos, los traficantes de toda especie, etc.