Tal como lo vengo advirtiendo
desde que comencé denunciando en este blog que el kirchnerismo no es peronismo
y que la penetración ideológica tenía como objetivo disolver los últimos
vestigios de la doctrina peronista que afortunadamente está enquistada en el
espíritu de los argentinos, es como el tango siempre te espera.
La única manera de dañar la doctrina
es mediante el desconocimiento de la
misma lo que le general trato de
inculcarnos, nada se puede profundizar si no tenemos cultura política la vacuna
indispensable para evitar la penetración solapada de quienes ostentan algún
tipo de poder y de los traidores a Perón, que desde 1955 hasta la fecha y bajo
distintas estrategias, manejadas hábilmente por la sinarquía y haciendo uso de
los buscas, arribistas y alcahuetes que se dicen peronistas y en realidad se
sirven del movimiento y para provecho propio. Por lo tanto no saben nada de
Perón, del peronismo porque ni siquiera les interesa.
Es fácil verlos como simples aplaudidores,
sonrientes ante la señora presidente como si se tratara de la mujer iluminada
políticamente, casi una Evita, también se los encuentra en los pasillos de los
ministerios, son como los pavos reales pavoneándose desbordantes de soberbia.
A estos les digo: están apoyando la destrucción del peronismo, instaurando
un socialismo que es apátrida, ateo, internacionalista y que responden a los
intereses de la sinarquía.
Están abalando la mentira, también son cómplices de los robos de los
funcionarios y de quienes prestan sus empresas para cometer los delitos.
Quién no vea estas realidades es
parte de la estrategia disolvente o es un ignorante. A ambos hay que
denunciarlos como traidores al movimiento nacional Justicialista.
Veamos: en ocasión del Congreso de Filosofía
del año 2007, en Mendoza; la presidente Cristina Fernández dijo "que era Hegeliana", no lo
hizo porque Heguel hablara en sus obras bien de las mujeres que ejercen el
Poder. Todo lo contrario, se declaró Hegueliana porque es consciente de la fuerza
que tiene el choque dialéctico, tanto para destruir como para construir poder y
derrumbar así, valores tradicionales.
Los ideólogos del kircherismo,
marxistas todos se frotaron las manos porque nadie de los que se dicen
peronistas y que tienen alguna magistratura política se dio cuenta de los
alcances de tal definición.
Que nos dijo Perón en su legado histórico: CULTURA POLITICA
“Y todas las cosas que nos están
ocurriendo, aun dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen, precisamente, a
esa falta de cultura política. Nuestra función dentro del Movimiento no es ya,
solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos trabajado mucho, y eso ha traído
la politización-, sino de ir cultivando las formas que lleven nuestro
Movimiento al más alto grado de cultura política, lo que será un bien inmenso
para el país, no sólo por lo que representa para el Movimiento Justicialista,
sino porque inducirá a las demás fuerzas políticas a que también adquieran ese
grado de cultura política”.
Si el peronismo es revolucionario no se ve en ningún dirigente que haga
docencia peronista, es lógico, si cada acción de gobierno tiene cualquier tinte
de rojo, menos el de color peronista. Perón y Evita en cualquier presentación
adoctrinaban multitudes, estos no pueden porque están en otra estrategia que no
pueden explicar.
Lo que sigue es
un análisis muy correcto de Matías Ruiz, persona que no conozco pero lo
encontré en internet y lo pongo a consideración de los compañeros peronistas,
algunos muy confundidos.
Tiene que ver con
el pensamiento Hegeliano de la señora presidente.
“Solo un puñado de filósofos de carrera tomaría nota
marginal del comentario oficial, a criterio de intentar dilucidar qué tipo de
autorretrato quiso confeccionar de sí misma la primera mandataria.
No es acertado apreciar que la filosofía haya
perdido valor de acuerdo a la óptica del ciudadano promedio. Esta falsa
percepción simplemente ignora las aplicaciones reales que los expertos en la
materia puedan compartir a la hora de obsequiar un análisis de nuestra difícil
realidad. Y, al menos en política, aquella ciencia se torna una herramienta
fundamental para interpretar cabalmente las expresiones y pensamientos que
personajes clave lanzan -aparentemente- al aire.
En su oportunidad, como si quisieran echar algo más
de luz sobre la autorreferenciación hegeliana de Cristina Fernández Wilhelm,
los personeros de la Señora solo consiguieron transformarlo todo en tinieblas:
dejaron traslucir que ella prefería renegar de las prerrogativas
"exclusivistas" o "elitistas" de la filosofía de Martin
Heidegger, para aferrarse a la "inclusión" que supo proponer el
pensador germano Georg Wilhelm Friedrich Hegel.