martes, 26 de agosto de 2014

Bienvenidos a la Patria Socialista


Tal como lo vengo advirtiendo desde que comencé denunciando en este blog que el kirchnerismo no es peronismo y que la penetración ideológica tenía como objetivo disolver los últimos vestigios de la doctrina peronista que afortunadamente está enquistada en el espíritu de los argentinos, es como el tango siempre te espera.
La única manera de dañar la doctrina es mediante el desconocimiento  de la misma lo que le general  trato de inculcarnos, nada se puede profundizar si no tenemos cultura política la vacuna indispensable para evitar la penetración solapada de quienes ostentan algún tipo de poder y de los traidores a Perón, que desde 1955 hasta la fecha y bajo distintas estrategias, manejadas hábilmente por la sinarquía y haciendo uso de los buscas, arribistas y alcahuetes que se dicen peronistas y en realidad se sirven del movimiento y para provecho propio. Por lo tanto no saben nada de Perón, del peronismo porque ni siquiera les interesa.
Es fácil verlos como simples aplaudidores, sonrientes ante la señora presidente como si se tratara de la mujer iluminada políticamente, casi una Evita, también se los encuentra en los pasillos de los ministerios, son como los pavos reales pavoneándose desbordantes de soberbia.
A estos les digo: están apoyando la destrucción del peronismo, instaurando un socialismo que es apátrida, ateo, internacionalista y que responden a los intereses de la sinarquía.
Están abalando la mentira, también son cómplices de los robos de los funcionarios y de quienes prestan sus empresas para cometer los delitos.
Quién no vea estas realidades es parte de la estrategia disolvente o es un ignorante. A ambos hay que denunciarlos como traidores al movimiento nacional Justicialista.
Veamos: en ocasión del Congreso de Filosofía del año 2007, en Mendoza; la presidente Cristina Fernández dijo "que era Hegeliana", no lo hizo porque Heguel hablara en sus obras bien de las mujeres que ejercen el Poder. Todo lo contrario, se declaró Hegueliana porque es consciente de la fuerza que tiene el choque dialéctico, tanto para destruir como para construir poder y derrumbar así, valores tradicionales.
Los ideólogos del kircherismo, marxistas todos se frotaron las manos porque nadie de los que se dicen peronistas y que tienen alguna magistratura política se dio cuenta de los alcances de tal definición.
Que nos dijo Perón en su legado histórico: CULTURA POLITICA
“Y todas las cosas que nos están ocurriendo, aun dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen, precisamente, a esa falta de cultura política. Nuestra función dentro del Movimiento no es ya, solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos trabajado mucho, y eso ha traído la politización-, sino de ir cultivando las formas que lleven nuestro Movimiento al más alto grado de cultura política, lo que será un bien inmenso para el país, no sólo por lo que representa para el Movimiento Justicialista, sino porque inducirá a las demás fuerzas políticas a que también adquieran ese grado de cultura política”.
Si el peronismo es revolucionario no se ve en ningún dirigente que haga docencia peronista, es lógico, si cada acción de gobierno tiene cualquier tinte de rojo, menos el de color peronista. Perón y Evita en cualquier presentación adoctrinaban multitudes, estos no pueden porque están en otra estrategia que no pueden explicar.

Lo que sigue es un análisis muy correcto de Matías Ruiz, persona que no conozco pero lo encontré en internet y lo pongo a consideración de los compañeros peronistas, algunos muy confundidos.
Tiene que ver con el pensamiento Hegeliano de la señora presidente.

“Solo un puñado de filósofos de carrera tomaría nota marginal del comentario oficial, a criterio de intentar dilucidar qué tipo de autorretrato quiso confeccionar de sí misma la primera mandataria.
No es acertado apreciar que la filosofía haya perdido valor de acuerdo a la óptica del ciudadano promedio. Esta falsa percepción simplemente ignora las aplicaciones reales que los expertos en la materia puedan compartir a la hora de obsequiar un análisis de nuestra difícil realidad. Y, al menos en política, aquella ciencia se torna una herramienta fundamental para interpretar cabalmente las expresiones y pensamientos que personajes clave lanzan -aparentemente- al aire.
En su oportunidad, como si quisieran echar algo más de luz sobre la autorreferenciación hegeliana de Cristina Fernández Wilhelm, los personeros de la Señora solo consiguieron transformarlo todo en tinieblas: dejaron traslucir que ella prefería renegar de las prerrogativas "exclusivistas" o "elitistas" de la filosofía de Martin Heidegger, para aferrarse a la "inclusión" que supo proponer el pensador germano Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

Operaciones sinarquicas

Estamos viendo la madre de todas las confusiones, confusiones que están perfectamente dirigidas, no se entiende nada y no se entiende nada porque no se analiza desde el punto de vista ideológico, pero si lo miramos como le estrategia marxista para la toma de poder, no solo de la República Argentina sino también para consolidar del frente latinoamericano (Bolivia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Ecuador) la cosa pasa a tener sentido.
Los analistas infinidad de analistas políticos osslayan esta visión, no creo que sea por ignorancia sino más bien que es porque son parte del sistema perverso que opera la sinarquia.
lCuando la presidente Cristina Fernández, dijo "que era Hegeliana", en ocasión del Congreso de Filosofía del año 2007, en Mendoza, no lo hizo porque Heguel hablara en sus obras bien de las mujeres que ejercen el Poder. Todo lo contrario, se declaró Hegueliana porque es consiente de la fuerza que tiene el choque dialéctico, tanto para destruir como para construir poder y derrumbar así, valores tradicionales.
Cuando se ideó "el mundo uno", el politólogo polaco Zbigniew Brzezinsky, tenía diseñado que el nuevo orden mundial se edifique sobre una sociedad tecnotrónica, con humanismo marxista.
Si alguien cree que la presidente Cristina Fernández esta desequilibrada, incoherente, contradictoria y no sabe lo que dice o hace, podría llegar a equivocarse. Detrás de ella hay asesores que auspician y controlan el cumplimiento de de las recomendaciones de la Escuela de Frankfurt y el decálogo de Lenin.
CULTURA POLITICA
Y todas las cosas que nos están ocurriendo, aun dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen, precisamente, a esa falta de cultura política. Nuestra función dentro del Movimiento no es ya, solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos trabajado mucho, y eso ha traído la politización-, sino de ir cultivando las formas que lleven nuestro Movimiento al más alto grado de cultura política, lo que será un bien inmenso para el país, · no sólo por lo que representa para el Movimiento Justicialista, sino porque inducirá a las demás fuerzas políticas a que también adquieran ese grado de cultura política.
En medio de todo esto surge siempre la figura esclarecedora del General Perón. Como es esto? es simple y complicado a la vez, porque así lo requiere la estrategia de la sinarquía.
Es simple si lo analizamos desde el punto de vista de la filosofía y la doctrina peronista.
Y COMO SI FUERA UN FUERA UN TRABAJO PRACTICO analicemos rápidamente.
Perón nos enseñó que existen dos factores de poder mundialista:
1-Capitalista liberal, que todos conocemos y si no lo sabes lo siento mucho por vos.
2-Capitalismo del estado, (marxismo)
Los dos son capitalista, y por consecuencia tienen los métodos muy parecidos.
Son soberbios, se niegan a reconocer la realidad y no importan los hombres que están en el medio (el pueblo) con tal de conseguir los objetivos marcados.







miércoles, 6 de agosto de 2014

Las causas generadoras de la violencia (segunda clase, 2º etapa)

Esta es la etapa final de la conferencia, y fue fraccionada por le exención que si bien no tiene desperdicio, para algunos lectores de "pantalla" se hace medio complicado, no estamos acostumbrados entre los cuales me incluyo. Somos de los libros y los diarios escritos sobre papel somos de otros tiempos.
En unos días, lo pondré en forma completa, por si alguno lo quiere imprimir para guardarlo en papel.

He descripto las causas generales y específicas de la violencia, y me he detenido en particular a nivel de las instituciones educativas por la gran importancia que tienen. Partiendo de ello señalaré cuáles serían las posibilidades de solución. Debemos recordar que las causas de la violencia se refieren al orden general, que abarca a Occidente; y otras que se refieren a un orden más particular, diríamos de orden personal.
Según los griegos el hombre goza de tres notas fundamentales: está dotado de palabra, vive en comunidad y ríe, Efectivamente, para ellos – y no habría nada que lo desmienta -. El hombre es un viviente “racional” dotado de lenguaje, es un viviente “político” que vive en ciudades, en comunidad y es un viviente que ríe. A nosotros nos interesan las dos primeras notas esenciales y particularmente la que se refiere al contexto  social, que nos proporcional el punto de partida de lo que puede ser una solución a este problema de la violencia.
Debemos considerar, entonces, la natura del hombre en su contextura política y en su contextura personal ya que ambas esferas están íntimamente ligadas. En una palabra, no hay posibilidades de resolver el problema de la violencia si no se resuelve el problema de la cultura política, que el marco mayor, y tampoco se puede si no se soluciona la esfera de la cultura personal, que apela a las características personales del hombre.
Divido en dos los motivos que podrían dar solución: los que coloco en la expresión cultura política, que depende de la línea de la autoridad; y los que coloco en la expresión cultura personal, que depende de la línea de la subordinación. Pero en ambos casos se trata de una acción cultural según se explicó: La convergencia de un esfuerzo consiente y racional para ordenar lo que está dado por la naturaleza, exactamente como ocurre en la agricultura.
Sería ilusorio tratar de replegar la violencia si las instituciones se deterioran, se conflictúan y si la autoridad es negada según el esquema referido.
Cultura política significa, en primer término, el afianzamiento de las instituciones; en segundo lugar alude al redescubrimiento de las formas comunicativas del hombre, que no están ligadas solamente a los medios de comunicación masiva; es decir, el hombre contemporáneo tiene la tendencia de comunicarse por medios técnicos cada vez más complejos, más masivos, pero a la vez también más sustraídos a la esencia de la institución que los utiliza. Es decir, los medios masivos tienden a constituirse en una esfera autónoma, donde vale primordialmente el acto de comunicar, y no lo que se comunica. Esa sobrevaloración funcionalista, en detrimento del contenido valioso es, en mi concepto, uno de los canales de expansión de la violencia.
De manera entonces que la cultura política alude también a la relación de instituciones y de personas, en un orden educativo general que no descanse en los medios de comunicación, siendo un problema que se presenta a todo el mundo en general como consecuencia de la presión que ejercen los medios técnicos.
Cultura política significa además la posibilidad de encontrar un rumbo político para una realidad social: nuestro país vive en este aspecto situaciones que no podemos dejar de considerar en su orden conflictivo y en su perspectiva de armonía y ordenamiento. No se trata entonces de una cuestión de situaciones separadas, sino del rumbo total de la comunidad política que lo cobija. De manera que este aspecto fundamental es el que decide de todo lo demás, porque implica el marco mayor. En este sentido la cultura política significará la posibilidad de establecer una meta en la vida nacional que considerará la inserción del destino de las instituciones en un orden político general, total, cuyo rumbo estableciera también las articulaciones del destino personal respecto de todo lo demás. Sin este ordenamiento general, será imposible replegar las causas de la violencia que, incluso aflorará por la característica difusiva de los medios técnicos.

martes, 5 de agosto de 2014

Las causas generadoras de la violencia (Segunda clase, 1º parte)

Se continúa con la segunda clase del Dr. Carlos Disandro pronunciada en 1974. Tiene tanta trsendencia que parece que se adelanto en lo que hoy estamos viviendo, esto quiere decir que ni siquiera se tomo nota de la visión lúcida de un pensador notable. 
En los tiempos que vivimos la cultura política no existe, por lo tanto todo es confusión, manejada con eficiencia por la sinarquía. 
Quizás sea oportuno que, en esta segunda clase, nos detuviéramos en el problema de la influencia de las instituciones educativas en el origen de la violencia; además podríamos examinar el modo en que cierta ideología enfoca este problema.
En la clase anterior ubicamos el problema de las instituciones educativas a nivel de ruptura del encuadramiento social que no permite el trasiego y la armonía generacional.
Ahora deberíamos considerar la diversa relación que va de padre a hijo, de maestro a alumno, en general de poder a subordinación en todas las formas de autoridad relacionada, es decir, donde hay un superior y hay un subordinado. Esta relación general aparece de modo primario en la familia, como explicábamos en el caso de la autoridad paterna sobre los hijos.
La ruptura que afecta a las instituciones educativas afecta también esta serie de relaciones que, desde la familia, alcanzan a toda sociedad y la connotan de un difuso estado conflictivo. Es este un panorama ostensible en todas las naciones occidentales.
Podríamos trazar un esquema:
                                        AUTORIDAD                                           SUBORDINACIÓN
                                            Padre                                                               Hijo
                                            Maestro                                                          Alumno
                                            Médico                                                            Paciente
                                            Párroco                                                                          Feligrés
                                             Dirigente                                                         Dirigido
El concepto central sería autoridad y el concepto correspondiente sería subordinación, con sus correlativas instancias que operarían a nivel de cualquier institución: oficiales – tropa; párroco – feligrés; gerente – empleado; capataz – obrero – dirigente – dirigido; etc. Esta relación permite, como dijimos, el trasiego generacional desde la familia a todo el marco social.
La ruptura de este encuadramiento genera un desequilibrio. Ello ocurre en parte por multitud de causas ya señaladas y, en parte también, por el modo educativo.
En general, las ideologías que propugnan la violencia entienden que hay que quebrar la relación generacional de autoridad – subordinación; este enfoque de las ideologías revolucionarias esta expresado en muchos testimonios, en muchos trabajos. He traído uno de esos trabajos para comentar brevemente, que se refiere a la relación profesor – alumno.
Antes de hacer este comentario, me parece interesante destacar la influencia que tiene el médico en la ruptura del encuadramiento social. Sabemos que el médico pediatra afecta en cierto nivel la relación familiar. Tomemos el testimonio de un famoso pediatra de los Estados Unidos, que ha dirigido por treinta años la mayoría de los colegas de especialidad, con enorme influencia en la formación de los niños y, curiosamente, ha señalado que la orientación moderna de la pediatría es una de las causas más importantes de violencia contemporánea. Leo el testimonio tomado de un diario de Buenos Aires, que se titula Rectificado por la vida:
“Un famoso pediatra norteamericano logró en buena parte cimentar su prestigio al preconizar una determinada forma de trato a la niñez. El método consistía en no operar obstáculos al comportamiento del niño desde sus primeros días. Sostenía que tales represiones  influyen en la formación de la personalidad y causa rebeldías, desobediencias y muchas cosas más en la época en que el niño llega a ser adolecente o alcanzar su madurez. La experiencia, muy abundante en su país, parece haber demostrado precisamente lo contrario, y el aludido pediatra ha tenido la valentía de reconocerlo públicamente. Es de lamentar el daño causado, que ha sido grande, porque la fama de su idoneidad en el campo pediátrico llevó a muchos padres a seguir al pie de la letra sus consejos con el triste resultado anotado. Conviene pues, que los hombres en condiciones de dictar conductas piensen muy serenamente la suya y mediten sobre soluciones aparentemente brillantes, pero en definitiva efectistas y nada más.