viernes, 24 de octubre de 2014

La Escuela de Frankfurt, Marxismo Cultural, y el Krichnerismo

Parte primera
Como lo vengo diciendo desde hace unos cuantos años: la “patria socialista” ha llegado y se ha instalado en lo más profundo de la política nacional.
La pregunta que me hago: ¿cómo llegaron?; más allá de Duhalde, que le entrego a Néstor Kirchner el patrimonio político-partidario del peronismo y que luego fue traicionado por el mismo Néstor como todos sabemos. “Hable siempre sobre la democracia, pero si llega la oportunidad, asuma el poder sin escrúpulos” (punto 5 decálogo Escuela de Frankfurt).
Lo llamativo es la falta de cultura política del encuadramiento peronista si es que los hay. Entiendo que muchos compañeros de ley ya están cansados de tanta lucha, los años no pasan en vano, pero tampoco se ve en todo el horizonte político una oposición fuerte que realmente frene a esta verdadera avalancha kirchnerista.
Muchos piensan que este gobierno ya está acabado, desde este mismo blog dije que la construcción política de los K no para, construye poder por cada minuto que pasa. No engañarse; para enfrentarla es más que necesario saber dónde estamos parados. Pero desde ya les digo que la única fuerza política que los puede parar es el peronismo, el doctrinario, el de la filosofía peronista. Desde la misma base doctrinaria debemos estar en claro: somos occidentales y cristianos. Quienes no entiendan esto son utilizados por el marxismo  K y por lo tanto traidores a Perón. 
Nuestras tradiciones arrancan desde la antigua Grecia, pasa por Roma y desembarca en américa, que se hace románica. Por la lengua castellana, por la religión y por las costumbres románicas heredadas de la antigua Europa.
Si lo leíste bien a Perón en toda su diafanidad, me entenderás, caso contrario hace un curso acelerado, porque ya estas siendo funcional al marxismo Kirchnerista.
Si prestas atención los políticos argentinos están como paralizados no tienen respuestas a los movimientos K y siempre están a la cola de los acontecimientos. ¿Existe la corrupción? Sí pero quien le lleva el apunte nadie, ya nos estamos acostumbrando. ¿Existe la droga? Sí es parte de la manipulación estatal. ¿Existe la delincuencia juvenil? Sí fogoneada desde los planes de estudio que subvierte los valores y no existe más el sentido de autoridad, padre-hijo, alumno-maestro, etc. los acontecimientos nos indican que cuando se quiebran estas relaciones surge la violencia.
¿En que se basan estas afirmaciónes?  Y ahora te pido que te informes bien. 
Antecedentes
Las encontramos en los primeros años del siglo XX. En los orígenes del marxismo-leninismo. Justo después de la revolución rusa, los marxistas occidentales esperaban una inminente revolución de las masas obreras en el resto de Europa, sin embargo esta revolución no tuvo lugar más que en Hungría y Alemania.
En estos dos países los revolucionarios no tuvieron el seguimiento esperado entre los obreros y ambas revoluciones fueron abortadas.  Y se inicia un movimiento de filósofos marxistas para estudiar las causas de tal fracaso.
¿Por qué los obreros no se sublevaron?
La respuesta a esta pregunta la dieron dos pensadores marxistas, el italiano Antonio Gramsci y el húngaro Georg Lukács.
La conclusión fue que los obreros no eran capaces de ver sus intereses de clase porque estaban inmersos en la cultura occidental, por lo tanto este el plano cultural donde se debe preparar la revolución.

Al obrero comunista se le debe extirpar su cultura y su historia occidental, esto debería llevarse a cabo mediante lo que Gramsci denomina combate cultural.
Sus planes incluyeron formas de minar y descorazonar a los occidentales a través del derrumbamiento intencional desde dentro de la estructura social existente.
Gramsci no sólo defendió la guerra de clases marxista que se enfocaba económicamente sino también la guerra social y cultural al mismo tiempo. Sus teorías y la "marcha lenta a través de la cultura" (o instituciones) qué él previo para destruir a Occidente está envuelta en política social americana actual.
Sus teorías se diseñaron alrededor de "hegemonía" y una "contra-hegemonía" para destruir la estructura social Occidental y derrocar al "Oeste" desde dentro. 
La Hegemonía, definida por Gramsci es que un sistema de valores ampliamente aceptados: moral, ética, y estructura social  unen a una sociedad y crean un pueblo cohesivo.
¿Te quedó claro?
Esto transportarlo al continente latino americano y particularmente a la Argentina.
Quieren decir, por ejemplo, que la Confederación General del Trabajo (CGT) que nos dejó Perón, la columna vertebral del Movimiento Nacional Justicialista Peronista” debe ser transculturalizada, porque “no son capaces de defender los intereses de los obreros, no tienen conciencia de clase”
Esto es lo que denomina con un eufemismo: "corrección política".  Esta es la base del marxismo cultural.
Con este mismo criterio se evalúa a toda una sociedad. De allí las reformas educativas en todos sus niveles. La conciencia social argentina debe ser corregida.
Por supuesto tenemos un movimiento obrero que resiste, no sabemos hasta cuándo pero debemos plantear estas cuestiones para saber dónde estamos parados. Las armas están como ya dije, pero debemos estudiar más la doctrina para mantener la “conciencia social peronista”, El gran problema que tienen, es que el pueblo culturalmente es Peronista. Por ello creen que apoderándose de las estructuras partidarias tienen parte la guerra ganada, 
En estos días tenemos ejemplos varios de la conciencia nacional justicialista. Y han salido a marcar la cancha artistas varios, referentes sociales como Marcelo Tinelli, periodistas como Marcelo Longobardi, gente de peso en la cultura popular y que seguramente no tienen nada que ver con el peronismo y nunca lo han sido, pero es allí donde opera la "conciencia nacional",  La consciencia no se vende.
Los que deberían haber marcado la cancha no están, "los magistrados políticos", Senadores, Diputados, y quienes ostentan "chapa" política no entienden nada de esto, ¿para que están?
¿Te acuerdas? que se vayan todos y no se fue nadie. Esto también es parte de la manipulación cultural.
Se quedaron los inútiles, amanuenses y coimeros, que era lo que se pretendía, para "manejarles sus virtudes". Cuando no sirva más se los "vuela" y todos aplaudiendo la acción, la dialéctica ya funcionó. 
En 1923 el multimillonario marxista Felix Weil, establece en Frankfurt un círculo de reflexión dirigido por Luckacs. Este círculo recibirá el nombre de Instituto para la Investigación Social
y es más conocido como Escuela de Frankfurt. 
En 1930, el Instituto pasa ser dirigido por Max Horkheimer, un seguidor de Freud y del psicoanálisis.
Horkheimer replantea las tesis marxista según la cual la superestructura es una mera consecuencia de la infraestructura económica. Sus reflexiones le llevan a formular lo que él mismo denominó "Teoría Crítica".
¿Qué es la Teoría Crítica?
 Max Horkheimer afirma que la manera de destruir la civilización occidental es el ataque sistemático a todos sus valores, no la formulación teórica de una sociedad alternativa.
Creo que esta definición no necesita mayor explicación.

 Pongamos un ejemplo.
 Valor: el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer con el objetivo de formar una familia, tener hijos y transmitirles los valores de sus antepasados.
Crítica: el matrimonio puede ser cualquier tipo de unión donde intervenga la atracción sexual sin ningún fin concreto.
Resultado: instauración del matrimonio homosexual.

 Otros miembros del Instituto para la Investigación Social fueron Theodor W. Adorno, Erich Fromm y Herbert Marcuse. Estos dos últimos autores, desarrollan una teoría según la cual las diferencias sexuales son construcciones sociales propias de la sociedad burguesa.
Sin palabras. Trasladalo a nuestra realidad concreta.
Su obra Herber Marcuse en su obra “Eros y  civilización” será la Biblia de los hippies.
El marxismo cultural de Marcuse y la escuela de Frankfurt, ya no va dirigido hacia el proletariado, sino a los hijos de la alta burguesía y las clases medias. En este nuevo contexto, la lucha de clases que predicaba el marxismo económico debe ser reformulada,
la clase deja de definirse en base a la propiedad de los medios de producción, sino en función del grupo cultural al que se pertenece. 
La cultura deja de ser un mero producto de las relaciones de producción.